Normalmente
rechazamos, quizás sin meditarlo demasiado, cualquier indicio que nos diga que
hemos sido victimas de un engaño, que
hemos participado sin saberlo en una trama que nos perjudicaba severamente y que nos han hecho la
cama sin lograr que sospecháramos
mínimamente por donde y de que modo nos vino
el golpe.
Solemos
negar la evidencia antes de quedar nosotros mismos como tontos y negamos toda conspiración. Solemos
creer erróneamente que la conspiración
solo existe en las altas esferas de la política, la banca o la iglesia, que solo conspiran seres oscuros,
sin alma ni principios, que construyen
múltiples argucias para engañar sin ser detectados,
pero nos olvidamos de que todos somos conspiradores en potencia, todos sin excepción.
Las
conspiraciones que diseñamos son evidentemente pequeñas y sus consecuencias muy localizadas, son
objetivo concretos y motivos de igual proporción. Las conspiraciones que
habitualmente ejecutamos son las argucias
de aquel que hace todo lo posible por lograr
un ascenso, la conspiración de la madre que no quiere que su hija salga con ese chico, las de un niño
para apropiarse de un juguete en el recreo.
Conspiraciones
menores, que van acompañadas de las mismas herramientas que las mayores, falsas banderas,
contaminación informativa, mentiras,
negación de evidencias... todo el catalogo completo.
Esto
extrapolado a la familia puede parecer a priori pequeño e inconsecuente, pero
puede provocar conflictos mayúsculos que dinamiten todos los cimientos que sustentan un
hogar. En las familias toxicas, suele primar
la envidia, el rencor, la desigualdad, la intolerancia y el rechazo, estos componentes
son los que hacen que salte la chispa,
que posteriormente incendiara el ambiente familiar.
Es habitual que en la familia haya un envidioso, un rencoroso o un intolerante, pero es peor cuando existe un conspirador. Este conspirador de mesa camilla, tendrá en mente un objetivo, puede ser que incluso no sea consciente de sus consecuencias y cuando posteriormente sean acusados y expuestos, nieguen la mayor por sistema.
Por lo
general sus conspiraciones son vistas como consecuencia de una simple y sana competitividad entre
hermanos, por ejemplo. Las intrigas entre
adultos integrantes en una familia se tornan en conspiraciones cuando esos integrantes forman
sus propias familias.
Poner
en marcha toda la maquinaria conspirativa, para que una de esas familias satelitales que giran en torno
al Sol paternal quede eternamente
eclipsada. Dinero, atención, tiempo, recursos, cualquiera de estos objetivos será el techo a
tocar por esas mentes que maquinaran el
modo, el cuando y el como, para apartar aunque sea momentáneamente del camino a
su competencia.
Muchas
de las argucias conspirativas que construirán para salirse con la suya rozaran el
ridículo y lo patético, modos mas próximos a una mente inmadura y febril, que a
la de un adulto cuerdo y razonable.
Estos
seres, no conocerán la tregua, ya que cualquier paréntesis es tomado como una perdida existencial de
recursos y de atención primaria, para
ellos relajarse significa perder altura en la pirámide familiar, quedar por debajo del hermano o el
cuñado, significa literalmente la
derrota.
No
entra en sus márgenes la culpa, el perdón o la empatía, son mentes predadoras que no dudar aplastar el
cráneo de su directo competidor, por que
ellos no tienen familia, tienen competidores y elevan esa competitividad a niveles exacerbados
y totalmente viciados dentro de lo que
el sentido común estipula. Todo es poco si de salirse con la suya se trata, la
manipulación es su herramienta mas útil,
controlar la mente de su objetivo y pintar una imagen falsa de su victima,
urdir con maldad un plan para construir una mascara victimista y reflejar todo su rencor en el
dedo acusador que la figura paterna o
materna victima de su manipulación eleve en su critica.
Suelen
caer en el menosprecio, etiquetar, insultar o motear al directo competidor, suele ser su recurso para
deshumanizar y evitar caer en algún sentimentalismo
inútil. No conocen la compasión, muestran
falsa misericordia ante los padres o los suegros, pero siempre será fingida.
Ofrecerán
gratuitamente su apoyo y su ayuda si con ello sacan réditos que les aporte algún tipo de
beneficio, nos obsequiaran instantes de
falsa amistad para tratar que bajemos la guardia y recabar información que pueda ser utilizada en
nuestra contra.
Su continuo y constante machaqueo terminaran por dejarte indefenso y desmoralizado, para asestar el golpe de gracia en cuanto agaches tu cabeza, esa es su meta ultima y su principal motivación.
Conseguir
la total exclusión del núcleo familiar, si lo logran, no satisfarán totalmente sus expectativas, no
quedaran satisfechos con la simple victoria, no querrán que
naufragues, ni que encalles, querrán que te hundas, no les bastara con que
quedes varado, querrán que la miseria
sea tu plato del día, de ese día y del resto de tus días.
En su agenda no existen los paréntesis, ni los periodos de tregua, cualquier momento es útil para elevar las cotas de maniqueísmo. Su falta de alma, la exhiben sin pudor y una vez controlan la mente de su objetivo solar, eclipsaran por completo a su victima potencial, anulando por completo cualquier atisbo de posible asociación fuera de su control.
Esa
barrera opaca construida a base de un modus operandi un tanto turbio y un modus vivendi mas que
reprobable, anularan por completo la
figura progenitora, mostrándoles una falsa realidad diseñada y calculada al milímetro.
Evidentemente
es difícil que se salgan con la suya, por que su principal defecto es que suelen subestimar con
demasiada facilidad a sus semejantes, unido
al hecho de que tienen sobrevaloradas sus capacidades.
Es mas normal
de lo que parece que en cualquiera de sus intrigas queden expuestos si hacer el mas mínimo
esfuerzo, al ser mentalidades inmaduras cometen
errores de bulto y a poco que estés
atento les ves venir.
Una vez
eres consciente que tipo de persona es la que tienes próxima, acaban por volverse transparentes y
llegaras a predecir todos sus
movimientos con bastante antelación. Son pacientes, metódicos y pueden construir conspiraciones
que se alarguen en el tiempo, tienen una
gran capacidad para la mentira y la improvisación,
y en el caso de quedar su plan desbaratado, modificaran su conducta sobre la marcha, para
adaptarse rápidamente a la nueva situación.
Son muy
poco críticos consigo mismos y tienen una tendencia a caer victimas de sus propias argucias, sus planes
maestros no son mas que pataletas de
niño pequeño y finalmente su tendencia a caer en la política de patio de recreo les
deja en clara inferioridad.
Son
incapaces de construir un argumento sólido, viven de la escusa y esta no da
para defenderse mínimamente, así que siempre podrás dejarlos en paños menores a poco que
argumentes mínimamente tu postura.
Es
cierto que su contagioso victimismo, puede jugar en tu contra y ante un progenitor adicto a esa forma de
dependencia, estas perdido. De todas
formas el tiempo es el que da la vuelta a la tortilla y cualquier situación, por extrema que sea,
tornara 180 grados en el momento justo,
en el que todo quedara compensado y el equilibrio restaurado.
La
conspiración inunda la sociedad y encharca la familia, es la consecuencia de no
estar nunca conformes con lo que tenemos, queremos mas y a ser posible, ser los únicos
beneficiarios y para conseguirlo tomamos
todas las medidas necesarias, rozando muchas
veces lo inhumano.
Seguramente
no pienses en el daño que haces a tu
prójimo cuando en las reuniones
familiares tratas de quedar por encima de tu familiar próximo, ser conscientes
lleva por defecto ser inteligentes y por
norma estos ingredientes suelen ser escasos en ciertos individuos.
No es menos
cierto que detrás de todo conspirador domestico existe un pasado de carencias afectivas o de
sobreprotección paternal, una vez son
reducidos los niveles atención que la adultez y la madurez debieran proporcionar, estos
polluelos lejos de intentar volar por si
mismos, conspiran para tratar que el resto vuele y no regresen jamás,
provocando que el enrarecimiento en el ambiente del nido crezca hasta llegar a ser
irrespirable.
Evitar
caer en la provocación fácil, sopesar adecuadamente nuestra respuesta a su
ataque y demostrar con nuestra actitud que cualquier acusación es infundada, son tus
mejores armas, como decía, una mentalidad
madura y equilibrada son invencibles ante cualquier conspiración de cualquier
índole que esta sea.
Estoy de acuerdo en que las familias felices existen, esas familias ideales y de cuento de hadas, donde todos sus miembros se toleran y se aceptan como son, se que existen, pero yo aun no he conocido ninguna.
Fuente: La cosecha de almas-Rubén Torres.
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