Las familias transmiten no sólo valores y convicciones
positivas, sino también zonas de sombra resultantes de rechazos colectivos. Y
todas las heridas, las tragedias y los dramas que permanecen inconscientes en
la memoria de la familia tienden a reproducirse en la siguiente generación. Es
por este mecanismo que los descendientes son arrastrados a revivir los mismos
dramas y a mantener los mismos rechazos sin saber por qué.
Los padres, para evitar situaciones de malestar y por
una preocupación inconsciente por la lealtad familiar, prohíben a sus hijos
expresar algunas emociones o explotar alguna cualidad o talento, con el fin que
cumplan con el programa familiar.
Programas: espero que seas varón, no seas niño, no crezcas, no
triunfes, no tengas salud, no te cases o no tengas relaciones, no pienses, no
sientas, etc.
Robert Bly: Cada vez que se
rechaza una emoción, una cualidad, un rasgo del carácter o un talento, es como
si se tirasen estas partes de uno mismo a un saco de desperdicios. Durante los
primeros treinta años de vida, el individuo está ocupado en llenarlo con
elementos ricos de su ser. Con el tiempo, el saco se vuelve cada vez más pesado
y difícil de llevar. Será necesario, por consiguiente, rebuscar dentro durante
el resto de la vida para, recuperar e intentar desarrollar los aspectos de la
persona que uno ha escondido en él.
El que no se
entregue a la humilde y paciente tarea de reciclar el contenido de su saco se
sentirá eventualmente aplastado por su peso: caerá en estado de letargo, se mantendrá
inmóvil, sentirá un gran vacío interior y, finalmente, se deprimirá. De hecho,
los elementos preciosos de su ser tirados al saco de desperdicios, lejos de
permanecer inactivos, continuarán fermentando, queriendo manifestarse y
expandirse. Poco a poco, la energía psíquica aprisionada en el saco, se vengará
de su propietario, lo agobiará con Obsesiones o vendrá a atormentarlo desde el
exterior, proyectándose sobre los seres que están a su alrededor.
No es rechazando
un período turbio de la historia personal como uno se puede liberar de él. Sino
perdonando para luego aceptar lo que corresponda.
Las
Prohibiciones.
Las prohibiciones tienen a menudo como efecto frenar
el conocimiento y el desarrollo de las riquezas personales. Si uno desea
explotar estas riquezas ocultas en el inconsciente, deberá un día, con
humildad, paciencia y valor, sumergirse en su saco de desperdicios,
retirarlas una a una y concederse el derecho de explotarlas.
Si decidimos trabajar con nuestro saco de desperdicios,
puede generar miedo, porque el material psíquico que ha estado escondido
durante años en el inconsciente tenderá a regresar y mostrarse violento. El
carácter primitivo, salvaje y rebelde de la sombra no solo nos asusta, sino que
nos dará la impresión de que la sombra es un mal, y que por lo tanto, hay que
evitar.
1-Prohibiciones
de llegar a ser uno mismo.
Prohibido crecer o cambiar, pensar en uno mismo,
atraer la atención sobre sí, ser una mujer o un hombre, estar sano o enfermo,
tener tiempo libre, tener originalidades, sentirse amado por sí mismo o estar
orgulloso de sí, retirarse aparte para estar solo, etc.
2-Prohibiciones
relativas a las emociones.
Prohibido expresar ciertas emociones como el miedo,
los celos, la cólera, la ternura, la tristeza, etc; prohibido incluso vivir
pensar en vivir algunas emociones; prohibido ser sensual o querer placer
sexual, sentirse pequeño o vulnerable, etc.
3-Prohibiciones
relativas a los aprendizajes.
Prohibido experimentar, aprender, no saber o sentirse
ignorante; prohibido distinguirse de los otros por talentos como el dibujo, la
danza, la facilidad de palabra; prohibido ser competente, sentirse
incompetente, cometer errores, ser inteligente o intelectual, triunfar, tener
fe, expresar esta fe en público, etc.
4-Prohibiciones
relativas a la autoafirmación.
Prohibido pedir o rechazar, expresar la propia
opinión, tener proyectos, ser conservador o vanguardista, servirse del propio
juicio para discernir qué personas son beneficiosas y cuáles perjudiciales;
prohibido estar orgulloso de uno mismo, creerse amable o capaz, etc.
-Ejercicio:
El objetivo de este capítulo, es que puedas entender
los condicionamientos generados por el inconsciente familiar. Te pido que
vuelvas a leerlo desde una perspectiva más abierta y sin negación alguna. Observa
que sientes al leer esta palabras, y si estás identificado o no. Haz una lista
con las prohibiciones que te identifican.
En un estado de relajación de cuerpo y la mente, vas a
buscar en tu mente el posible origen, es decir, quien pudo bajar ese condicionamiento,
si vino de la línea paterna o materna.
Luego, identificado el origen, vas a representar en tu
pantalla mental el vínculo a tu inconsciente familiar, puedes imaginar al grupo
familiar a través de una foto si así lo prefieres. Con la imagen del grupo
familiar vas a observar que sale un lazo o cordón energético que te une a él, el
mismo entra en tu chakra del corazón. Una vez establecido el vínculo vas a
realizar tres respiraciones conscientes y profundas. Luego, vas a decir
mentalmente:
“Renuncio a su aprobación y aceptación. Renuncio a la
seguridad que me da su pertenencia. Elijo hacer mi propio camino y buscar mi
auto-realización. Gracias”.
Y ahora, vas a tomar una tijera de plata y cortas el
vínculo, con suavidad y con una actitud de liberación.
Tomas una respiración, y poco a poco, vas tomando
consciencia de tu cuerpo del lugar en el que te encuentras, y cuando creas
conveniente vas a abrir los ojos.
Publicar un comentario