Introducción.
El dinero
es energía y la energía existe en todos los ámbitos. Las leyes espirituales del
dinero son las leyes de energía universal que crean abundancia: son los
principios del flujo y el reflujo, del pensamiento ilimitado, del dar y
recibir, de la apreciación, la honra de vuestra valía, los acuerdos claros, el
magnetismo y más.
La
abundancia es más que la posesión de cantidades, implica la posesión de cosas
gratificantes. El dinero puede formar parte de nuestra abundancia, puede tener
sentido en nuestra vida, en la medida en que desarrollamos nuestra capacidad de
manifestación, aprenderemos a elegir conscientemente lo que deseamos crear y
atraerlo hacia nosotros. Objetos y situaciones entrarán en nuestra vida al
mismo momento que nuestra necesidad de ellos. Podemos aprender a dominar el
dinero en vez de ser dominados por ello.
Nuestra
pericia nos permitirá también dejar que salgan suave y fácilmente de nuestra
vida aquellos objetos y situaciones a los que ya no necesitamos, dejando
espacio para las próximas cosas que nos servirán. Habrá un flujo natural de
dinero, personas y cosas en nuestra vida, y cada uno de ellos servirá nuestros
propósitos más elevados y aparecerá en el momento justo.
Vienen
tiempos nuevos. La humanidad está despertando a una realidad superconsciente y
las personas experimentarán una apertura e intensificación de sus naturalezas
superiores. En estos tiempos que vienen, seremos estimulados para expresar nuestro
Yo Superior. Queremos que nuestras casas, los objetos comprados, nuestras
relaciones y estilo de vida reflejen nuestros ideales y valores superiores. Nuestro
modo de ganar y gastar el dinero, expresará las calidades superiores del amor,
el bienestar, la felicidad, la paz, la vitalidad y la conciencia de nuestro Yo
Superior. Estos nuevos tiempos comportarán una tremenda creatividad y un gran
influjo de ideas.
Están
cambiando los modos de ganar y retener el dinero. Siguiendo las leyes
espirituales del dinero, éste y la abundancia llegarán a grandes cantidades,
serán más fáciles de retener y más placenteros. Las leyes espirituales del
dinero implican realizar el trabajo de nuestra vida y honrar y servir el bien
superior de los demás.
Las leyes
espirituales se siguen cuando se coopera en vez de competir con los demás,
logrando que todo intercambio de dinero y energía sea beneficioso para todos
los implicados. Las leyes espirituales se siguen cuando el modo de ganar,
gastar o invertir el dinero no perjudica a la tierra.
Podemos
unirnos a estas nuevas energías y sintonizarnos con nuestro Yo Superior
elaborando nuestros sentimientos y moviéndoos con la corriente, aprendiendo
cuando ser fuerza activa y cuándo entregaros. Podemos incrementar el flujo del
dinero, objetos y cosas que deseamos en nuestras vidas actuando con más
claridad, alegría, armonía e integridad y confiando en que todo lo que pase
será para nuestro bien superior.
En la
medida en que identifiquemos y abandonemos las viejas situaciones que ya no nos
sirven, en la medida en que nos abramos a nuevas oportunidades, pensamientos,
percepciones y sentimientos, permitiremos que la energía superior de nuestras
almas nos recorra. Entonces, el dinero y la abundancia llegarán fácilmente y
con naturalidad, sin esfuerzos ni luchas. Las cosas creadas nos aportarán
desarrollo, expansión, renovación y vitalidad.
El
descubrimiento y creación del trabajo de nuestra vida, nos traerá más
abundancia que cualquier otra acción emprendida. El trabajo de nuestra vida
implicará hacer lo que amamos hacer y, de algún modo, será una contribución al
bien mayor de la humanidad. El dinero será un beneficio secundario de este
trabajo que amamos y fluirá sin esfuerzo, sin pensároslo demasiado.
Son muchos
los que rehuyen su camino de mayor creatividad, alegría y vitalidad, pensando
que no podrán ganar dinero suficiente en él. Tenemos que saber que es posible
tener dinero abundante haciendo lo que deseamos, no es necesario seguir realizando trabajos que no nos sirven.
Aprenderemos a cómo hacer la transición entre lo que somos ahora y lo que
queremos llegar a ser, a través de muchas técnicas energéticas para activar los
caminos superiores.
El dinero
será el resultado de la sintonización con la sabiduría del alma, el servicio a
los demás y la deposición de la energía que nos rodea en un orden superior,
mayor armonía y un estado de belleza más elevado. Que vnuestra prosperidad se
base en el bien hecho al mundo.
No es
"superior" ser pobre porque, a menudo, hace falta dinero para
conseguir el trabajo de la vida. Nuestra evolución espiritual aumentará Nuestra
capacidad de manifestación de la abundancia y ésta nos ayudará a sacar el
trabajo espiritual al mundo.
El dinero
es una fuerza milagrosa. El modo de ganar, acumular y gastar el dinero,
determina si éste es una fuerza que crea el bien para uno mismo y para los
demás, o no.
Es
importante revisar la manera de pensar acerca del dinero, aportando nuevas
fórmulas que permitan su utilización para el bien del planeta. La forma sigue
al pensamiento; elaborando pensamientos nuevos, se pueden crear nuevas
realidades en cuanto al dinero, nosotros mismos y los demás. Cada uno de nosotros
puede actuar como potente emisora, lanzando ideas positivas acerca del dinero y
contribuyendo a mejorar la idea que se tiene de él en el planeta.
La fe en la
escasez contribuye a las guerras y la corrupción innecesaria de la tierra. Si
todos pudieran crear la abundancia a la que tienen derecho de nacimiento,
habría menos razones para guerrear o perjudicar al planeta. Nuestras nuevas
creencias nos revelarán maneras de crear abundancia para todos, maneras hasta
ahora inconcebibles, relacionadas con la luz del sol y otras fuentes
ilimitadas. Los depósitos universales son infinitos y nuestra tecnología
permite que todos los seres humanos tengan alimentos, calor, ropas y cobijo
adecuados. Es una realidad que no se podrá experimentar hasta que no se crea en
ella pero podemos empezar creyendo que es posible satisfacer todas nuestras
necesidades personales. ¡No hay límites a lo que podamos conseguir!.
Fuentes: Sanaya Roman - David Topi - Joe Dispenza - Virginia Blanes - Pam Grout - Luz A rnau