Una vez asumes y eres consciente de que tu entorno familiar no es sano, que tus energías te abandonan en todos y cada uno de los conflictos inútiles que tienes con ellos y sabes que no tienes escapatoria a corto plazo. ¿Qué se puede hacer?
Una vez que eres consciente de que las personas que te rodean
son de corte negativo, que
constantemente tienes ante ti un festival de dramas, victimismos y culpabilidades, que te perjudica
anímicamente y mina tu moral. Esas
personas que no paran de regodearse en lo que pudo ser (el famoso “y si...”), un temor
perenne a lo que puede llegar, una vida anclada
en el pasado o temerosa del futuro o incluso
ambas.
Asimilan y absorben el dolor ajeno y lo asumen como propio, retroalimentándose una y otra vez en ese bucle sin fin de negatividad. Tú como ser humano positivo, te dejas llevar por la lógica empática y tratas de sacar a ese ser querido de ese bucle infinito de dramas, intentas con todas tus ganas rescatarlo de las garras de la negatividad, te sacrificas por aportar algo de luz a esa oscuridad y finalmente eres absorbido por ese tifón.
Cuando
pasa la tormenta tú terminas exhausto y
sin embargo, el ser negativo que convive
contigo sale exultante y victorioso, se embarro
de la negatividad que tanto le gusta y saco de ti toda tu energía.
Las
personas negativas son muy activas y no descansaran hasta lograr su propósito.
Es
importante asumir que esas personas no quieren cambiar, si no son conscientes de su negatividad, el problema
no es de ellos, y reflejaran en nosotros
toda su frustración al tomarse como una afrenta
todos nuestros esfuerzos por cambiar su polaridad. Si intuyes próximo un nuevo aluvión negativo,
otra nueva oleada de drama, dolor y victimismo
insano e inútil, un ejercicio de auto regodeo
que no te aporta, pero que no puedes eludir de ningún modo, prepárate.
Ante
todo cambia tu actitud, evita la confrontación, evita el esfuerzo inútil de intentar por todos los medios el cambio
en el otro. Apaga tu sentimiento
empático, ya que esa persona no busca nuestra empatía, solo quiere celebrar su dolor y
disfrutar de el, pero no solo.
Mantén
una actitud neutra y deja que la tormenta descargue, no intentes resistir y
deja fluir toda esa negatividad si que te toque o te afecte. No intervengas, un gesto de replica
puede ser identificado, como un gesto de
aprobación y por defecto doblara su dosis. Una vez
logres que esa persona no se lleve de ti lo que busca y se de cuenta de ello, terminara por obviarte y
buscar otra presa.
No
debemos caer en ningún tipo de chantaje emocional, ya que buscaran con ello que caigas y vuelvas al
redil. No debemos ser presas fáciles y
caer en las mismas trampas de siempre, esas que apelan a nuestros sentimientos, para lograr de
nosotros satisfacer su egoísmo. No te
inmoles pensando que lograras salvar a ese ser querido, nadie quiere ser salvado, porque
nadie reconocerá que necesita tu ayuda,
si esa persona no es consciente de su aptitud no habrá quien la saque de ahí, solo puedes
procurar que eso no te afecte.
Mantenernos
neutros, calmados y equilibrados es la clave para lidiar con la negatividad.
Si por el contrario notamos algún atisbo de conciencia, de que ese ser próximo con el que convivimos, empieza a ser consciente de su negatividad, es el momento de iniciar nuestro plan de rescate. No es cuestión de aleccionar, ni de mostrar lo malos que han sido con nosotros, no podemos atacar con sus armas. Por el contrario debemos mostrar lo benéfico que puede ser para ellos un nuevo campo de visión ante la vida, mostrarles con nuestro propio ejemplo que al contrario que las leyes de la física, lo negativo solo atrae a lo negativo y que un cambio de aptitud volcara irremediablemente su balanza.
Mostrarles
que el pasado no se puede cambiar, y que el futuro es algo que escapa a nuestro control, que trabajando convenientemente nuestro presente
podemos mejorar el futuro, que lo que
importa es lo que vives ahora.
Hacerles
entender que la enfermedad crece en estados negativos, que con una aptitud sana y positiva, no hay
enfermedad que sobreviva. Alimentar culpas
pasadas tampoco ayuda, el pasado debe
ser recordado solo para no repetirlo, aprender del error para no volver a cometerlo es la única lectura que
podemos hacer del pasado.
Para
curar los estados depresivos solo debemos aterrizar en el hoy, levantarse y empezar a andar en el presente, cura
cualquier tropiezo del pasado. Salir de los estados de
ansiedad también es parecido, vivir en
la anticipación no evitara que lo que tenga que suceder ocurra, debemos tomar la existencia
como una lección que tenemos que vivir si o si, por que es necesaria para
nosotros, porque gracias a esa
experiencia podremos aprender y sacar una lectura positiva y responder nuestras propias
dudas.
Todos
tenemos alguien negativo alrededor nuestro, lo mejor para nosotros es evitar, en lo posible a este tipo
de personas, si es un amigo plantéate seriamente
que es lo que te une a él o a ella y que te aporta esa amistad, no quiere decir que
cortes de forma radical, pero si que
quizás espacies esos encuentros. Si es en un entorno laboral, evita los periodos de exposición largos,
es difícil sobre todo si se trata de un
jefe o un compañero muy próximo.
Sea como sea mantenernos firmes y tratar que estropeen nuestro estado anímico será una tarea titánica que completar diariamente. Debemos tener presentes que las personas negativas son muy activas, tienen personalidades con múltiples carencias y trataran contrarrestar su baja autoestima minando la tuya.
Son
personas que solo ven y potencian sus
defectos, enmascaran deliberadamente sus
virtudes para continuar alimentando su papel de victima. Son envidiosas por
naturaleza, buscaran aquello que te enriquece
y te hace feliz y lo destruirán, pondrán todos sus recursos en juego para salir victoriosos, si por un
instante logran hacer que tu estima se
desplome les estarás otorgando una victoria y a su vez, les darás una razón para insistir.
Es difícil no caer y dejarnos llevar por nuestros bajos instintos, tropezar con nuestro ego y volver a caer en su juego, no lo permitas, potencia y eleva tu estima y mantén tu positividad, eleva tu sentido del humor es el mejor escudo para repeler cualquier envite.
Fuente: La cosecha de almas - Rubén Torres.
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