Las cosas que hemos heredado y que se encuentra oculto
tiene que salir a la luz.
Desde el presente se puede detectar que nos condiciona de
nuestro árbol.
Si tenemos bloqueos a nivel de dinero, a nivel de pareja,
si tenemos problemas a la hora de concebir hijos, si tenemos pensamientos
depresivos, si no sabemos relacionarnos con el exterior, cualquier cosa que nos
puede suceder podemos mirar evidentemente cuál es su origen, porque pensamos que
el origen somos nosotros o que el problema somos nosotros, pero se ha
demostrado que todo lo que nos sucede es el Árbol.
Es tu árbol que está intentando hablar a través de ti.
Es en nuestra mente subconsciente donde se encuentra
nuestra memoria familiar o insconsciente familiar.
Nosotros antes de nacer elegimos a nuestro árbol, teníamos
que encarnar a través de un árbol, en base a nuestros dones que tenemos a un
nivel espiritual y en base a una serie de experiencias que nosotros queríamos
aprovechar para elevarnos espiritualmente escogimos nuestro árbol.
Hay seres que se eligen un árbol muy carente, donde se a
experimentado mucha carencia a nivel de dinero, de salud, relaciones, etc.
Hay seres que se escogen árboles con mucha violencia,
otros con muchas muertes injustificadas.
Hay seres que buscan árboles con grandes enfermedades, no
es casualidad.
Yo elijo mi árbol porque se que la información que está en
el inconsciente familiar me va a ayudar a elevarme espiritualmente. Y también
al elevarme espiritualmente voy a ayudar al resto del árbol a elevarse también.
Creemos que es nuestra mente consciente quien domina tu
energía, realidad y cuerpo.
Pero es tu subconsciente quien dirige, dependiendo de lo
que tenga que solucionar, irá atrayendo todo lo que resuene con esa
información, trayendo a personas, situaciones que me van a ayudar en mi proceso
de elevación espiritual activando cada uno de sus programas.
Para todos tus problemas en cualquier área, lo primero que
tenemos que hacer es no condenarse, ni llevar un rol de víctima, sino que es necesario empezar a cuestionarse por qué mi Ser está queriendo experimentar ésta
situación aquí y ahora.
Tú escogiste tu árbol familiar que hoy activa los
programas necesarios para tu evolución, aunque no lo recuerdes.
Y los programas que no resuelvas lo heredan tus hijos, así
como heredastes los tuyos.
Heredamos los rasgos físicos, el carácter, las
enfermedades y también heredamos lo que está oculto.
Hoy nos encontramos en un tiempo muy privilegiado, ya que
contamos con mucha información que nos ayuda a nuestra trabajo integración.
Cuando hacemos un análisis de nuestro árbol y entendemos
para qué hemos heredado esto, ya sea para solucionarla y trascender, empezamos a vivir la experiencia desde otra perspectiva que nos de tranquilidad, y es
entonces que nos sacamos un peso de encima, y lo que se ha vivido, hasta
ahora, cobra sentido.
La actitud de buscar respuestas mentales a nuestros
problemas no nos libera, es necesario encontrar un sentido espiritual a cada uno
de ellos.
Una respuesta mental te da una solución hoy pero mañana
quizás no te sirva y quizás necesites otra.
Nosotros somos unos privilegiados porque estamos viviendo
una época de comunicación, en donde estamos aprendiendo a comunicarnos.
Nuestras generaciones pasadas no tenían la facilidad y la
predisposición de poder expresarse por la cultura, por el país, por las
presiones socio-culturales que puedan haber estado viviendo, no han sabido
expresarse, han habido mucha represión, entonces, todo lo que se ha vivido en
silencio tiene un precio, porque cuando uno vive un trauma en silencio, una
gran emoción en silencio, y sigue aparentando que no ha pasado nada y se
resigna, dentro de la persona queda una huella muy grande,y esa huella es la
que hereda la generación descendiente, entonces, la generación descendiente
asume esa huella que ha quedado silenciada y va a revivir esa misma emoción con
menor impacto para poder libarar a esa emoción.
Los problemas se van repitiendo de generación en
generación hasta el momento que aparece el Elegido y empieza a poner orden.
Tus ancestros todos se conocen en tu inconsciente aunque
no los hayas conocidos.
Fuente: Marta Salvat.
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