Un psiquiatra inglés llevó a cabo un experimento interesante. Invitó a los participantes a una entrevista. En el camino a la sala de entrevistas, colocó un billete en el suelo. Después de haber entrevistado a los sujetos para determinar si estas personas eran felices o infelices, optimistas o pesimistas, les planteó la cuestión crucial, para saber si habían recogido el billete del suelo. Su conclusión: sólo los afortunados habían visto el dinero en el suelo. Los infelices habían pasado por alto el billete. ¿Cómo sucedió esto? La información o el hecho de que el billete estuviera en el suelo eran igual para todos.
La información llegó al cerebro, hay un billete tirado en el suelo, el cerebro de los afortunados recibió la confirmación de que la vida es maravillosa. En cambio el cerebro de los desafortunados se dijo: "No soy feliz y como no soy feliz, no puede ser, que se trate de un billete en el suelo, por lo que no es un billete de verdad". Y antes de que se dé cuenta, el billete desaparecerá del cerebro, lo que para el cerebro no es más que un juego de niños. El cerebro parece querer tener la razón y que se confirmen sus opiniones sobre la vida.
Ahora, si en vez de un billete se tratase de otra cosa como una pareja perfecta, la oportunidad de negocio ideal, o la noticia que estabas esperando para dar tu siguiente paso.
La pareja perfecta se encontraría frente ti y sin embargo no podrías verla, sólo por la creencia, por legado familiar o experiencias propias, de que las relaciones pueden ser un problema o que tienes miedos a....
Lo que somos capaces de percibir depende en parte de nuestra información de cómo es la vida y de nuestras creencias. Pero así también, depende de ti en cambiar toda esa información y creencias que te limitan para generar una relación más plena y libre.
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