¿No te das cuenta de que creas
el destino ante tus narices? ¿No sabes que lo que deseas con vehemencia, lo que
envidias, lo que quieres, lo que necesitas, lo que sueñas es destino no hecho
realidad? ¿Y no sabes que es cuando esos destinos se vuelven realidad cuando te
liberas de ellos?
Una manifestación ante nuestras
caras no es un milagro de manifestación: ¡es un milagro de alivio!
Porque cuando el sueño es una
realidad, entonces ya no nos mortifica. Solamente deja de esclavizarnos cuando
se convierte en realidad y, al momento de manifestarse en el mundo material,
nos abandona.
Cuando interiormente abraces
tus sueños que resultan en limitación y dentro de tu alma los hagas florecer, se harán una realidad
delante de tuyo. Lo que se acepta con emoción en el alma, se manifestará.
En este plano, el destino lo
controlan el tiempo, la distancia, el espacio y la velocidad de la vida. Estás
en un flujo de tiempo. Nuestra mente está en el futuro, nuestras emociones en el ahora y nuestro cuerpo en el
pasado. Así es como vivís.
Nunca llegarás a ser el Señor
Dios de tu Ser mientras estés atado a la infelicidad.
Sueñas con tener una idea
propia, ser una persona creadora, ser inventivo, lograr un
invento que sea apreciado en
todo el mundo. Pero la falta de oro inhibe el sueño. De modo que regresas a la
rutina del trabajo y vives como un genio frustrado, mientras tu sueño se queda
suspendido por encima de ti.
Esa es la dualidad:
Lo deseas, pero piensas que no lo mereces.
Vivís en una dualidad, así que
los sueños y deseos cuelgan del alma como una confusión. Y lo que
inevitablemente sucederá es que termines como la mayoría: corriendo como locos
para encontrar a alguien que nos proporcione equilibrio y propósito en la vida.
Un nuevo estado del ser – El gozo.
El gozo no se puede definir en
términos de de leyes; va mucho más allá de ellas. El gozo es lo que has
perdido.
El gozo es el alivio
de la represión. Es lo que nos permite trascender,
ser lo que quieres ser. Sólo se
necesita un momento para llegar a ese lugar en donde el sueño no nos esclaviza.
Y hay un gozo que llega en ese
momento de alivio. La falta de gozo es la razón por la cual estás refunfuñando
en el oscuro pantano y viviendo vidas despreciables, porque los sueños que has
guardado en los armarios han debido ser el catalizador de la experiencia que
resulta en gozo.
"Estás viviendo con tu cerebro y no con tus sentidos. Ellos, despejados e intactos, son la brújula del alma. Vives en el pasado, viendo lo que quieres ver. Ves el mundo a través de ojos sin vida ". (Ramtha)
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