miércoles, 13 de mayo de 2020

El Ego


Nos pasamos todo el día pensando y evaluando nuestra realidad, tenemos alrededor de sesenta y cinco mil pensamiento al día de los cuales solo cinco mil somos conscientes, es un acción que realizamos la mayor parte del tiempo de forma inconsciente. Ahora lo interesante de esta cuestión es preguntarnos quién o quiénes hacen que tengamos tantos pensamientos o ruido mental que circula cada día por nuestra psique. 


Si trataras de observar tus pensamientos y prestaras atención por lo que pasa en tu cabeza y puedes tomar distancia de dicha actividad mental, te conviertes en un observador de tus procesos, es cuando puedes darte cuenta de cómo opera tu mente. Llevar esto a la práctica es muy significativo, ya que te permite tener una perspectiva nueva y total de que algo se genera dentro de tu mente y de lo que realmente no eres consciente. 


Te conviertes en el observador de tus procesos, puedes ver que hay algo o alguien que activa algún proceso en tu mente, y en este punto la pregunta es ¿quién es ese algo o ese alguien? que está tomando el mando de tu mente. Y la respuesta es que hay tantas facetas de ti en tu cabeza como tantas divisiones de ti se hayan generado en el transcurso de tu vida: personajes, caretas, sub-personalidades y fachadas que has ido creando para enfrentarte al mundo. Lo peor de todo es cada uno de estos personajes que llevas a cuestas, cree ser el único yo, el dueño y señor de la mente y están constantemente peleándose entre ellos por tomar el control del conjunto de la psique y todos hablan y hablan sin parar y de ahí el ruido mental que tenemos, intercambiando constantemente entre ellos la sub-personalidad y la careta que nos ponemos ante el mundo y los demás en cada momento.


El ser-humano es una multiplicidad de caretas o de sub-personalidades, cada personaje cree que tiene el mando para gestionar la mente, sin embargo, todas estas personalidades están constantemente intercambiando su lugar como fachada principal y forma de mostrarnos a los demás. Lo peor de todo es que ninguna es verdadera, todas son artificiales, ninguna es real porque, todas forman parte de una falsa imagen que hemos construido a lo largo de los años. Toda esta creación de sub-personalidades se vuelve normal para todos nosotros porque simplemente no somos conscientes del mismo y no advertimos como cambiamos de sub-personalidad una tras otra. Y tampoco nos preocupamos por ver quién está al mando y quién lleva el control, y tampoco nos preocupamos por saber si el que está al mando es realmente el que nos conviene que lo esté. 


Cuando nos damos cuenta de esta multiplicidad de sub-personalidades e intentamos poner un poco de orden es cuando empiezan a darse ciertos cambios. Lo primero que aparece cuando uno descubres éste cúmulo de sub-personalidades es un yo observador. 


Este yo observador es psicológicamente aquella sub-faceta de la personalidad que empieza a darse cuenta del caos en el que nos encontramos y aunque aún no haga nada por remediarlo, gana y crece en consciencia y en fuerza cada vez que consigue parar toda la actividad y se pone a observar en la mente de cada uno, siendo éste el primer paso para tomar el control del resto de partes de la personalidad. 


Cuando este yo observador empieza a crecer descubre que tiene el poder para empezar a dominar a cierto número de sub-personalidades y puede tomar el control sobre ellos, puede gestionarlos, puede bloquearlos o impedir que se manifiesten y en algunos casos puede unificarlos. 


Si queremos tener resultados, a medida que realizamos un trabajo personal sobre la propia mente de auto-observación, llega el momento en que aparece el Yo que es capaz de tener el control sobre el resto de las caretas y entonces es capaz de someterlas bajo una misma personalidad.


Aún así esta careta sigue siendo no real o artificial, pero ya es una y no cientos de ellos.

 

Cuando hemos podido llevar a cabo dicha unificación, de todos las sub-personalidades, es posible, ahora, de que se ponga al mando algo mucho más grande y que vamos a llamar nuestra Esencia, Yo Superior o Yo Interior, y que es el objetivo más importante a conseguir en esta encarnación.


Nos pasamos todo el día pensando y evaluando nuestra realidad, tenemos alrededor de sesenta y cinco mil pensamiento al día de los cuales solo cinco mil somos conscientes, es un acción que realizamos la mayor parte del tiempo de forma inconsciente. Ahora lo interesante de esta cuestión es preguntarnos quién o quiénes hacen que tengamos tantos pensamientos o ruido mental que circula cada día por nuestra psique. 

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