La vida es como un gran espejo, donde a través de ella, podemos ver en nuestro mundo lo que hemos creado con nuestra información y energía. Si tomamos como ejemplo, la relación de pareja, ella nos está presentando los ejemplos más claros de todo aquello que aún no tenemos resuelto.
En la relación, al pasar el tiempo, ella se convierte en desencadenante de precisamente las emociones y sentimientos que nos van a ayudar a curar nuestras heridas más profundas y aliviar nuestros mayores sufrimientos.
Nuestras relaciones nos muestran nuestras alegrías y nuestros amores, así como nuestros miedos. Pero como rara vez nos quedamos bloqueados en la alegría o satisfacción de nuestro vínculo, por lo tanto, no son ellas las desencadenantes de las profundas lecciones de la vida.
Las relaciones son nuestra oportunidad para vernos a nosotros mismos de todas las maneras imaginables. Desde las mayores traiciones a nuestra confianza hasta nuestros intentos más desesperados por llenar nuestro vacío.
Si tenemos la sabiduría para reconocer los mensajes que se reflejan hacia nosotros, descubriremos las creencias que causan el sufrimiento en nuestras vidas.
Para avanzar en nuestro proceso de sanación y superar nuestros miedos, creencias y patrones, que puedan existir hoy en nuestras vidas, primero debemos dominar las pautas que le permiten existir.
Las investigaciones científicas han mostrado que ha medida que cambiamos la manera en que nos sentimos respecto a lo que nos ha sucedido en el pasado, modificamos la química de nuestro cuerpo en el presente. Al vivir en un universo donde la manera en la que nos sentimos respecto a nosotros mismos es reflejada a través del mundo que nos rodea, es más importante que nunca poder reconocer lo que nuestras relaciones nos están diciendo y aprender a leer lo mensajes de la Vida.
Durante la década de los sesenta y los setenta del siglo pasado, los profesionales de autoayuda solían decir que si no nos gusta lo que el mundo nos está mostrando, deberíamos mirarnos a nosotros mismos. Enseñaban que todas las cosas, desde la rabia de nuestros compañeros de trabajo hasta la traición de nuestra confianza, son un reflejo de nuestras creencias más profundas. Las pautas con las que más nos identificamos son a menudo aquellas que no podemos ver en nuestras propias vidas.
Normalmente el que está cumpliendo la función de
espejo no sabe o no es consciente de ese proceso. Se trata simplemente de que
gracias a la dinámica entre tú y tu pareja se puede ver algo que existe en ti y
que ella hizo aflorar.
Bibliografías: Matriz Divina (Gregg Braden, Amor Divino (Joe Dispenza)